Comprar una moto no es ir a por el pan. Todos le damos muchas vueltas antes de dar el paso, pero hay intentar que la ilusión no nos nuble la mente. Te damos varios consejos para que puedas disfrutar de tu moto, nueva o de segunda mano, al máximo posible.
¡No te gastes todo el dinero en la moto!
Aunque tengas en mente un modelo determinado y hayas previsto un presupuesto, no te lo gastes todo en la moto. Sin duda, hay otros gastos que quizás no hayas contemplado pero que también necesitan un poco de atención. Y no nos referimos solo al equipo (no escatimes gastos en el mono, casco, botas, guantes…), también al seguro, al parking, al permiso de circulación y, por supuesto, a las reparaciones y revisiones que se irán presentando cada cierto tiempo o kilometraje. Sí, como todo, mantener cualquier vehículo cuesta dinero.
¿No sabes cómo se cambia de titularidad una moto? Aquí te lo explicamos.
Compra una moto de acuerdo con tu nivel
No siempre es buena idea empezar con la máquina que siempre has soñado. Como a casi todo el mundo, nos gustan las motos de alta cilindrada, agresivas y rápidas. Tienes toda la vida por delante –y algunas bocas por alimentar-, así que apuesta por algo que te veas capaz de pilotar. A medida que vayas cogiendo confianza, siempre estarás a tiempo de venderla e ir a por un modelo más grande o más potente. No te cortes, acude a los profesionales de tu concesionario para saber cuál es la moto adecuada para ti.
Es bueno tener algunas nociones básicas de mecánica
Si bien tendrás tu taller o mecánico de referencia, es recomendable conocer un poco tu máquina y tener nociones básicas de mecánica. Cuando compres la moto en la tienda, te darán un manual de instrucciones similar al que te entregaron cuando te compraste el coche y guardaste en la guantera para que acumulara polvo. En este caso, deberás abrirlo y echarle un vistazo para hacer, no solo un mantenimiento básico de la moto, sino también alguna reparación de urgencia que te pueda surgir por el camino. Puede que en nuestros trayectos cotidianos por ciudad no sea esencial, pero en ruta no está mal saber salir de un apuro. Si lleves un tiempo sin coger la moto aquí tienes algunos consejos para ponerla a punto.
Cuidado, la carrocería es tu propio cuerpo. Sé precavido
Si tienes carnet para conducir turismos y te pasas a la moto, ten en cuenta que, aunque las normas de circulación son las mismas, el nivel de seguridad y tu vulnerabilidad no son ni mucho menos iguales. Deberás ampliar y mucho tu nivel de atención, puesto que como se suele decir, ahora la carrocería del vehículo es tu propio cuerpo. En ciudad sé precavido cuando vayas entre los coches y, cuando salgas con tus amigos por carretera, intenta conocer su estado, puntos negros, radares y, por supuesto, conocer la información meteorológica que nos vamos a encontrar durante el trayecto, ya que esto afectará a la forma de conducir.
Comparte tu pasión con tu pareja
Puede que este consejo sea el más importante de todos para llevar a cabo nuestro sueño. Es aconsejable consultarlo en casa antes de aventurarte. Seguro que le darás muchas vueltas antes de abordarlo con tu pareja, por lo que lo ideal es vendérselo muy bien cuando esté de buen humor. Es aconsejable mencionar que este es un proyecto compartido y que ambos podéis disfrutar: salidas de fin de semana, ir de compras de manera rápida y cómoda e incluso pasar a buscarla al trabajo cuando no le queda otra que hacer horas extra. No te apresures, saca lo mejor de ti y busca sus puntos débiles.
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