En 2014 llegó la BMW S 1000 R que costaba unos 4.000 euros menos que su hermana, la S 1000 RR. El motor, chasis y frenos procede de la “doble erre”, pero la geometría del bastidor y los detalles del propulsor han sido adaptados para el nuevo cometido. En vez de 193 CV, la naked se queda en “solo” 160. Los ingenieros alemanes trabajaron en el sistema de “ride-by-wire” (acelerador electrónico) para ofrecer una respuesta apropiada a las solicitaciones del puño de gas. El objetivo era obtener los mejores valores de par motor posibles para lo que se optó por una culata de nuevo cuño.
Relax
La BMW S 1000 R no solo tiene mayores valores de par motor que su hermana, sino también una postura de conducción más relajada. A pesar de los 160 CV, la tetracilíndrica alemana no es un potro salvaje, sino que cualquier piloto con un nivel medio podrá utilizarla sin problemas. El ritmo lo elegirá uno y no la máquina, a diferencia de otros modelos (no quiero decir nombres) con los que es casi imposible ir despacio. En este caso se puede disfrutar tanto a velocidades legales como a ritmos estratosféricos, la decisión está en tu muñeca derecha.
No al bóxer
El modelo que nos ocupa va dirigido para aquellos pilotos que gusten de una conducción más bien deportiva y deseen una BMW pero no sean amantes del motor bóxer que, dicho sea de paso, no es para todo el mundo (a mí me encanta). Además, el modelo va dirigido a personas maduras, de unos 40 años, con la cabeza sentada y una posición económica que les permita adquirir (aunque sea de segunda mano) y mantener una moto de 160 CV que, por definición, devora neumáticos y kits de transmisión.
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Herencia S 1000 RR
Como hemos dicho, el propulsor se basa en el de la BMW S 1000 RR de 144 kW (193 CV), aunque para la naked la potencia se ha reducido alrededor del 20 por ciento pero ello no quita que el modelo que nos ocupa tenga más par motor a bajo régimen. El tetracilíndrico suena poderoso (con 160 CV lo es) y agresivo pero en la práctica es capaz de desenvolverse de manera tranquila por ciudad y carretera, no hace falta ir a velocidades ilegales para que el piloto disfrute y la alemana se sienta desahogada. Con respecto a la RR, la naked emplea algunas piezas diferentes en el motor como: culata, conductos de admisión y escape, perfil de los árboles de levas, cartografía del propulsor y encendido.
Ojito al parche
El tensor de la cadena de distribución hay que revisarlo cada 15.000 km y no es extraño que haga ruido. Algunos contactos eléctricos a veces fallan, por ejemplo el de la maneta de embrague o el que hay en el alojamiento de la llave de puesta en marcha. Incluso la llave codificada (para evitar que nos roben la moto) en alguna ocasión ha fallado, sobre todo en las primeras unidades. Los conmutadores de los mandos no siempre iban bien, así que asegúrate de que todos funcionan como es debido. Comprueba el libro de revisiones y que la moto haya pasado por el taller cada 10.000 km. A los 30.000 km hay que hacer ajuste de válvulas, cambiar las bujías y el aceite de la horquilla. El radiador va en una posición bastante expuesta por lo que puede estar dañado e incluso tener señales de oxidación. Cada dos años hay que cambiar el líquido de frenos para que el sistema de ABS no pierda nada de efectividad. Si la moto lleva ESA (control electrónico de la suspensión), comprueba que el amortiguador no supura aceite.
La S 1000 R es una moto muy completa desde el punto de vista técnico, lo que significa que solo un especialista le puede hacer el mantenimiento. Pocos usuarios (más bien ninguno) se van a atrever con un reglaje de válvulas o ni siquiera un cambio de aceite.
Electrónica al poder
Una de las grandes ventajas de la alemana es su sofisticada electrónica que incluso incluye (como opción) suspensiones semiactivas. A lo que hay que añadir un eficaz control de tracción y ABS. La R colmará los deseos de aquellos que busquen un toque deportivo pero que no impida una utilización versátil, capaz de brillar tanto en el atasco como en el circuito. Si somos realistas, es evidente que un modelo tan potente funciona mejor en una rodada con amigos en una pista permanente que en medio de un embotellamiento, donde el tetracilíndrico se va a sentir enjaulado. Yo también me siento constreñido en una congestión de tráfico y no tengo 160 CV…
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Versión Sport
El fabricante germano ofrecía la S 1000 R en dos versiones: estándar y Sport. La segunda contaba con modos de motor (Dynamic y Dynamic Pro), un control de tracción más sofisticado que tenía en cuenta el ángulo de inclinación, control de crucero, suspensiones semiactivas, puños calefactables, quilla, indicadores de LED y cambio rápido (quickshifter). No dudes en decidirte por la unidad con mayor número de extras, siempre que el dueño no pida un precio desorbitado por ella.
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Manejable
La manejabilidad la hereda de la S 1000 RR y no es una buena idea intentar buscar el límite en carretera abierta, para eso están los circuitos… La dirección es precisa y ligera, y a la hora de inclinar hay más que suficiente distancia libre al suelo. A muy alta velocidad la parte delantera puede sentirse casi en el aire, con poco contacto en el suelo. Los reposapiés están algo atrasados y el asiento no es ningún dechado de comodidad, dicho lo cual, la posición es relajada y permite controlar la caballería de esta bestia desnuda. Como no podía ser de otra manera, la protección aerodinámica es casi nula.
Distintas versiones
2013: Se presenta el modelo en el Salón EICMA de Milán.
2014: La BMW S 1000 R llega al mercado.
2016: Hasta ese momento la marca alemana había vendido 5.835 unidades de la S 1000 R.
2017: El modelo se pone a punto para superar la Euro 4. La potencia aumenta hasta los 165 CV y el peso se reduce en 2 kg. Silenciador de titanio, chasis de nueva factura con una parte posterior más liviana, los semimanillares están más aislados de las vibraciones, instrumentación más legible con indicación de la temperatura ambiente y se ofrecen algunos accesorios que hasta entonces no estaban disponibles.
A favor
Potente y fácil de utilizar
Gran paquete electrónico
Muy estable
En contra
Vibraciones en el manillar
Cara de adquirir y mantener
Consume mucha gasolina
10.183 euros
En mis “compras” por internet encontré 16 unidades de la BMW S 1000 R entre 2014 y 2016 y me salió un precio medio de 10.183 euros, lo que desde luego no es poco para un modelo de segunda mano. No hay que perder de vista que la moto cuando salió al mercado en 2014 costaba 14.050 euros. El precio medio del modelo se ha depreciado un 27,5%, estamos hablando de motos que tienen seis, cinco y cuatro años de antigüedad. Para adquirir una S 1000 R es necesario realizar un importante desembolso de dinero porque es una naked de lujo. En cuanto al kilometraje, la media quedó en 23.286 km, así que los dueños de la BMW tampoco se prodigan mucho en la carretera, lo que es una buena noticia a la hora de comprar una unidad de segunda mano. Busca una con pocos km porque la oferta es abundante.
BMW S1000R : consejos de compra de segunda mano
Ficha técnica
BMW S 1000 R (2014-16)
Motor: Tetracilíndrico en línea, DOHC
Cilindrada: 999 cc
Diámetro x carrera: 80 mm x 49 mm
Potencia máxima declarada: 160 CV a 11.000 rpm
Par máximo declarado: 112 Nm a 9.250 rpm
Compresión: 12:1
Transmisión secundaria: Cadena
Alimentación: Inyección electrónica
Encendido: Electrónico CDI
Refrigeración: Líquida
Embrague: Multidisco en baño de aceite con sistema antirrebote
Cambio: 6 velocidades
Chasis: Doble viga de aluminio con motor autoportante
Suspensión delantera: Horquilla invertida
Diámetro de barras: 46 mm
Regulación: Compresión y rebote
Suspensión trasera: Monoamortiguador progresivo
Regulación: Compresión y rebote. Alta y baja velocidad
ABS: Sí
Freno delantero: 2 discos
Diámetro: 320 mm
Pinza: Radial Brembo de 4 pistones ABS
Freno trasero: 1 disco
Diámetro: 220 mm
Pinza: Flotante monopistón ABS
Llanta delantera: 17”
Llanta trasera: 17”
Neumático delantero: 120/70-ZR17
Neumático trasero: 190/55-ZR17
Longitud máxima: 2.057 mm
Anchura máxima: 845 mm
Altura máxima: 1.228 mm
Distancia entre ejes: 1.439 mm
Avance: 98 mm
Ángulo de lanzamiento: 65°
Altura asiento: 814 mm
Capacidad depósito: 17 l.
Peso declarado: 207 kg
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