A finales de los ochenta y principios de los noventa llegó al mercado de las dos ruedas un nuevo segmento. Las motos Honda de 400cc, pensadas al principio para el mercado japonés, se extendieron por Europa conquistando a todos los amantes del motociclismo gracias a una atractiva combinación de diseño y prestaciones. Eran motos esbeltas, con un diseño compacto y pequeñas con aspecto de las deportivas de alta gama y a menudo eran incluso más interesantes que las monturas a las que imitaban.

Aprovechando estos días de confinamiento, Honda nos muestra su serie #HondaLegends: máquinas de ensueño que pasaron a la historia por aportar la última tecnología y por heredar la estética de muchas de sus motos de competición. De entre las muchas joyas que hay en su extenso catálogo, hemos seleccionado los cuatro modelos de 400cc de Honda que marcaron a la industria de la moto.

Honda VFR400R

A finales de los ’80 apareció la VFR400R o NC30, la hermana pequeña de la emblemática RC30. Este modelo, pensado especialmente para el mercado japonés (en Europa solo se distribuyó de forma oficial en Gran Bretaña), heredaba la estética de la campeona del mundo de Superbikes, incluyendo el distintivo basculante monobrazo Pro-Arm, el bastidor de doble viga de aluminio y la estructura del motor V4 rebajada a 399cc.

Entregaba 59CV a 12.500rpm con un peso de tan solo 164 Kg. La popularidad del modelo llevó a desarrollar una versión más racing, la RVF400, un modelo a imagen y semejanza de la RC45 cuyo motor estaba calado a 360º, como en todas la RVF, para conseguir un mayor par y un espectacular sonido. Con el kit racing, desarrollado inicialmente para una Copa monomarca, se conseguía incrementar la potencia hasta unos espectaculares 72 CV. Contaba con un cambio de pequeñas dimensiones y de relación cerrada. Sin lugar a dudas una joya muy apreciada para los coleccionistas. No hay que olvidar que la primera serie de la VFR400R se comercializó en 1986, hace 34 años

Honda CBR400RR

A finales de los 80, la cilindrada de 400cc se hizo muy popular, sobre todo en Japón. La CBR400RR, también conocida como “Babyblade”o como NC29, sustituyó a la NC23 de 1988 incluyendo importantes mejoras, como un renovado motor 4 cilindros en línea de 16V que alcanzaba los 60CV a 13.000rpm o un chasis perimetral de aluminio totalmente nuevo. Otro de sus rasgos diferenciadores era su basculante curvado tipo “banana”.

Debido a la legislación japonesa, la CBR400RR estaba limitada a 180Km/h, aunque en realidad podía superar los 200Km/h Este modelo se hizo todavía más popular tras el lanzamiento de la CBR900RR Fireblade en 1992, adoptando incluso su misma decoración. Con este modelo la gama CBR reforzó su condición de mito en la industria de la moto.

Honda NS400R

En la lista no podía faltar la mítica NS400R, la Interceptor, uno de los modelos más exclusivos de la marca y de los pocos 2 tiempos de Honda en carretera (este ciclo de combustión lo destinaba básicamente para los modelos de motocross). Se trataba de una réplica homologada para calle de la NS500 campeona del mundo de Freddie Spencer.

La característica principal de esta súper tecnológica moto era su motor V3 de 2 tiempos a 90º, una configuración muy poco habitual en el mundo de las motocicletas. Los tres cilindros se disponían de la siguiente manera: 2 en posición horizontal y uno en el centro en vertical, de esta manera se conseguía un motor muy compacto. En cuanto a la parte ciclo, su inspiración Racing quedaba clara con detalles como las llantas desmontables Comstar, el sistema antidive en la suspensión, las válvulas ATAC en los escapes o la admisión por láminas. La NS400R, con tan solo 163 Kg. de peso, ofrecía una potencia de 72CV a 9.500rpm. Una auténtica pieza de coleccionista.

Honda RVF400

Siguiendo con esta serie de pequeñas joyas superdeportivas, nos centramos en la última y más tecnológica 400cc de la historia. Las espectacular RVF400 sustituyó a la VFR400R en 1994. Se trataba de una moto totalmente renovada respecto a su antecesora. Era una réplica prácticamente idéntica a la RC45 (RVF750). Los principales cambios comparada con la VFR400R, además de variaciones en las geometrías del chasis doble viga aluminio, que la convertían en una moto tremendamente manejable y ágil, fueron la introducción de una horquilla invertida (por primera vez en una 400cc de Honda) y rueda trasera de 17” (en la VFR400R era de 18”), manteniendo el característico basculante Pro-Arm monobrazo.

El motor tomaba la base del exclusivo V4 de 16V con el cigüeñal calado a 360º, con una potencia de 60CV a 13.000rpm y con un peso declarado de 165 Kg. Estuvo en producción hasta 1996, aunque se siguió vendiendo en Japón hasta 2001. Sin duda, un exclusiva joya sobre dos ruedas.

 

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