¿Quieres disfrutar de la moto sin tener que, como dicen los sajones, “romper el banco”? Pues a lo mejor le puedes echar un vistazo a la Yamaha MT-03 2020, un modelo ligero, sencillo y que te permite “matar el gusanillo” con unos costes de adquisición y mantenimiento razonables. La pequeña japonesa se ha puesto al día en 2020 y ahora emplea una nueva instrumentación que consta de un panel LCD. En el tren anterior encontramos una horquilla invertida de 37 mm, en vez de la convencional de la versión anterior que no estuvo exenta de críticas al ofrecer un comportamiento que no siempre era, digamos, armónico.

Hay ocasiones en la vida en la que podemos prescindir del lema olímpico: “citius, altius, fortius” (más rápido, más alto, más fuerte). Una filosofía que puede llegar a ser algo estresante, sobre todo para los que no tengan un gran espíritu competitivo. Quizá muchos de nosotros disfrutamos más si nos quedamos dentro de los parámetros del sentido común. ¿Se puede ser feliz con menos de 100 CV en el neumático trasero? ¡Por supuesto que sí! Pues es posible adquirir la Yamaha MT-03 a partir de los 5.499 euros, así que la diversión no requiere el tener que hipotecarse.

Una R3 desnuda

Este modelo se deriva de la deportiva (y carenada) R3. Los ingenieros japoneses han cambiado el manillar y los reposapiés (que ahora van más retrasados) para favorecer una postura más cómoda, que tiende a que el piloto vaya más erguido que a lomos de la agresiva R3. El resto de la moto, que Yamaha fabrica en Indonesia, se mantiene inalterado con respecto al modelo carenado.

Un bicilíndrico con ganas de girar

A pesar de que la MT-03 va destinada sobre todo al mercado asiático, se trata de un modelo “global”, capaz de cumplir también las exigencias de los aficionados occidentales. La reducida distancia del asiento al suelo y el bien resuelto diseño del depósito de gasolina, permite incluso albergar con comodidad a pilotos altos.

Este modelo va dirigido sobre todo a los novatos, o aquellos que opten por volver a subirse en una moto después de una prolongada ausencia del mundo de las dos ruedas. Los 42 CV del bicilíndrico permiten moverse sin problemas y hacen a la MT-03 una moto apta para los poseedores del carné A2.

De cerca la impresión que da la japonesa es de moto madura pese a que el acabado de los adhesivos podría ser mejor, este es uno de los detalles en los que se nota que el fabricante ha ahorrado costes de producción. Otra de las novedades en la versión 2020 ha sido el cambio de los Michelin Pilot Street por unos Dunlop GPR 300, que son los que ahora se encargan de mantener a la Yamaha MT-03 en contacto con el planeta Tierra.

El amortiguador trasero no permite ajustes y en la versión 2020 va tarado algo más duro para evitar la sensación de un exceso de “flotabilidad”. La diversión viene asegurada por el bicilíndrico en línea (los pistones funcionan en sentido opuesto), aunque para sacarle todo el partido es necesario emplear a fondo el cambio de seis relaciones. Hay que girar sin contemplaciones el puño de gas para que la pequeña Yamaha saque todo lo que lleva dentro. Si no queremos perder la inercia será necesario mantener el motor en la parte alta de la escala del cuentavueltas. A partir de las 7.000 rpm la MT-03 nos deleitará con un buen empuje y luego una luz avisará al piloto para cambiar de marcha una vez alcanzadas las 11.000 revoluciones.

El propulsor cuando gira a pocas vueltas se muestra tosco y hasta podríamos decir que “asmático” y desde luego no se puede esperar valores de recuperación propios de tetracilíndicos de gran cilindrada. Yamaha ha trabajado a fondo para reducir las fricciones internas y conseguir de esta manera el máximo rendimiento del pequeño propulsor de 320 cc, que tiene además las muñequillas del cigüeñal caladas de tal manera que el silenciador emite el típico sonido de motor bicilíndrico en V, tan apreciado por los aficionados, o al menos por la mayoría de ellos.

El depósito tiene 14 litros y si hablamos del consumo podemos decir que ronda los 3,8 litros a los 100 km, lo que tampoco es la cifra más frugal, pero no hay que olvidar que esta moto nos animará a sacarle los higadillos al propulsor, manteniéndolo casi siempre en la zona más alta del cuentavueltas, lo que no repercute de forma positiva en los consumos. Ya sabes, no se puede tener todo… En resumen, 5.499 euros te permitirán entrar en el mundo del motociclismo pero ten cuidado porque, por lo general, una vez dentro ya no hay salida.

Las claves

  • Motor bicilíndrico en línea capaz de girar hasta casi 13.000 rpm
  • Ergonomía apropiada para pilotos de diferentes tallas
  • Modelo apropiado para los pilotos poseedores del carné A2
  • Instrumentación LCD
  • Horquilla invertida con barras de 37 mm
  • Iluminación LED

Ficha técnica

Motor: Bicilíndrico en línea

Diámetro x carrera: 68 mm x 44.1 mm

Cilindrada: 321 cc

Potencia: 42 CV a 10.750 rpm

Relación de compresión: 9.6:1

Par máximo: 29.6 Nm a 9.000 rpm

Alimentación: Inyección electrónica

Refrigeración: Por líquido

Consumo: 3.8 l/100 km

Embrague: Multidisco en baño de aceite

Cambio: 6 velocidades

Transmisión secundaria: Cadena

Chasis: Doble cuna de acero

Suspensión delantera: Horquilla invertida

Diámetro de barras: 37 mm

Suspensión trasera: Monoamortiguador central

Distancia entre ejes: 1.380 mm

Avance: 95 mm

Ángulo de dirección: 25 grados

Llanta delantera: 17”

Llanta trasera: 17”

Neumático delantero: 110/70-17M

Neumático trasero: 140/70 17M

Freno delantero: 1 disco de 298 mm con piza de doble pistón

Freno trasero: Disco de 220 mm con pinza monopistón

Altura asiento: 780 mm

Capacidad depósito: 14 l.

Longitud total: 2.090 mm

 

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