La definición exacta de una moto Café Racer es bien sencilla: una moto de los años cincuenta, producto de la cultura Rocker del momento, para ir en “peregrinación” de café en café. Sí, su estilo se originó en Inglaterra en la década de los años 50 y el detalle más singular de estas máquinas es la apariencia de moto clásica de carreras. Suelen diferenciarse por los semimanillares, colín monoplaza en línea con el depósito, tubos de escape estilo trompeta, estriberas retrasadas, chasis de cuna…
Siguiendo estos criterios, muchos constructores trabajan duro para mejorar, año tras año, el nivel estético y tecnológico de sus modelos de corte clásico, convirtiéndolos en auténticas joyas de arte. Los seis modelos que hemos seleccionado en comprotumoto.com son, a nuestro entender, las Café Racer de serie más exclusivas, vanguardistas, bonitas y con el espíritu deportivo de antaño. Cierto, no están al alcance de todos los bolsillos, pero la exclusividad tiene un precio.
BMW R nineT Racer (14.500€)
La R nineT Racer es la versión café racer de corte deportivo de la gama Heritage de BMW. Está basada en la parte ciclo de la R nineT Scrambler, pero cuenta con unos componentes menos sofisticados que la R nineT para poder ofrecer un precio más competitivo. Por eso cuenta con unos frenos que prescinden de la pinza de anclaje radial o una horquilla delantera convencional, no regulable, en lugar de una invertida.
En 2019, como al resto de modelos R nineT, se le incluye de serie la luz de freno dinámica y una nueva decoración en negro y oro. Los semimanillares, la cúpula de clara inspiración setentera con faro circular -como la legendaria R 90 S- o el conjunto asiento/colín son ingredientes fundamentales para realzar su increíble estética clásica con claros cortes deportivos.
Honda CB1000R (15.050€)
La CB1000R heredera la mejor tecnología de Honda para ofrecer una máquina Neo Sport Café que quita el hipo. Y es que la CB1000R no solo quiere deslumbrar por su estética extremadamente minimalista sino también por sus extraordinarias capacidades dinámicas, por eso ofrece un incremento de la potencia de 20 CV así como una reducción de peso de 12 kg respecto al anterior modelo.
Gusta mucho el nuevo escape 4-2-1 e incide en el sonido, pues ha sido diseñado para que a partir de 5.000 rpm intensifique su sonido hasta casi aullar a medida que la aguja sube en el tacómetro. Por supuesto, cuenta con un acelerador electrónico denominado throttle by wire (TBH) -el piloto puede disfrutar de tres modos de conducción-, freno motor (EB) y control de tracción patentado por Honda (HSTC).
Kawasaki Z900 RS Café (13.499€)
Sobre la base de la naked Z900, Kawasaki pretende recuperar la esencia de la mítica Z1 con un buen puñado de aspectos, como su estética vintage que ha sido cuidada al máximo o el motor de cuatro cilindros en línea, el cual emite un sonido grave e intenso propio de la década de los setenta. Pero también echa mano de la última tecnología, como el moderno control de tracción de la marca japonesa (KTRC) con dos modos y el embrague antirrebote con el que se evita que la rueda trasera se bloquee en las reducciones de marcha más drásticas.
La versión RS Café, a diferencia del modelo estándar, monta un semicarenado con cúpula redondeada, un asiento específico que simula un colín y un manillar plano, pero cerrado de puntas y más bajo, emulando unos semimanillares.
Norton Commando 961 Cafe Racer (18.695€)
La Commando 961 Cafe Racer es la versión más equipada del modelo británico, que en 2017 fue renovado para cumplir con la Euro4. Comparte con la Sport el motor de dos cilindros en línea de fabricación propia, el cual está refrigerado por aire y aceite y rinde una potencia de 80 CV a 6.500 rpm.
Sin embargo, la Cafe Racer cuenta con una horquilla invertida Öhlins totalmente regulable y un par de amortiguadores de la misma firma igualmente regulables en precarga, compresión y rebote. Brembo sigue equipando los frenos, aunque en el caso de esta versión las pinzas delanteras son Monobloc de anclaje radial. La última diferencia entre la Sport y la Café Racer la encontramos en las ruedas, en donde se han sustituido las llantas de aleación por unas clásicas de radios.
Triumph Thruxton RS (17.000€)
La joya de la corona de las Clásicas Modernas de Triumph. La Thruxton RS sigue fielmente la estética retro de corte deportivo y añade una serie de componentes para hacerla la más exclusiva de la marca, como las nuevas tapas del motor y del piñón en color negro, el mismo tono usado para los muelles de los amortiguadores, en los paneles laterales y en las llantas.
Pero el elemento más «sport» es su asiento monoplaza en forma de bala con un colín a juego con el resto de la carrocería. El motor ofrece tres modos de conducción que ajustan el mapa de la inyección, el ABS y el control de tracción al estilo de conducción elegido y al estado del firme. Triumph ofrece una amplia gama de accesorios originales con más de 80 artículos con los que personalizar la moto al gusto de cada usuario.
Yamaha XSR 900 (10.499€)
La XSR se desmarca por su estética, que se inspira en la preparación que hizo Roland Sands llamada «Faster Wasp», y por equipar un motor tricilíndrico basado en la MT-09. Este propulsor de filosofía «crossplane» cuenta entre sus peculiaridades técnicas con un cigüeñal calado a 270º, algo que proporciona una aceleración líneal así como una buena capacidad de tracción.
Su carácter es bastante deportivo por su facilidad para subir de vueltas y el sonido bronco que emite esta mecánica. Puedes seleccionar diferentes tipos de entrega de potencia gracias al Yamaha D-Mode y también ofrece control de tracción TCS con tres niveles de intervención seleccionables así como embrague antirrebote. El sistema de frenado cuenta con ABS de serie y suspensiones regulables tanto delante como detrás.
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