En 2018 el fabricante japonés puso al día la exitosa naked Yamaha MT-07, tras trabajar no solo en la estética sino también en la parte ciclo. Para 2020 todo permanece igual a excepción de la introducción de nuevos colores. Entre los cambios podemos destacar el faro que ahora adopta un diseño más actual, un depósito de combustible que destaca por las agresivas tomas de aire, el asiento más cómodo y las inéditas tapas laterales. Por otro lado, Yamaha se ha puesto manos a la obra en el tren delantero al montar una horquilla revisada que ofrece un recorrido de 130 mm, mientras que en el amortiguador posterior es posible ajustar la precarga y el rebote.

Poco que criticar

La Yamaha MT-07 merece pocas críticas, quizá por eso desde su aparición ha sido un éxito de ventas en el mercado español al ofrecer imagen, prestaciones y un precio asequible, una combinación que se ha mostrado imbatible. Ahora las modificaciones realizadas en el depósito de combustible y en el asiento hacen que este modelo, que siempre ha sido compacto, ofrezca suficiente espacio incluso para los que midan más de 185 cm. Dicho lo cual, hay que apuntar que el trasero del piloto se resentirá después de pasar medio día encima de la bicilíndrica. Por fortuna, la empresa auxiliar ofrece multitud de opciones para que no se tenga que castigar una parte tan delicada de la anatomía.

Más eficaz

La parte ciclo convence, más si tenemos en cuenta que se trata de un modelo de precio asequible, que se puede adquirir a partir de 6.799 euros. En el tren anterior la horquilla ha sido puesta al día y ahora está tarada de forma más firme, y si bien no tiene el tacto de un producto premium, sí que mantiene a la MT de forma estable, conservando la trazada que haya elegido el piloto. Lo mismo podemos decir del amortiguador posterior. Antes este modelo tendía a rebotar un poco cuando se rodaba rápido, pero ahora la Yamaha copia con precisión las irregularidades del terreno y se mueve con eficacia cuando lleva encima un piloto de unos 85 kg.

El motor de la MT-07 es un moderno dos cilindros en línea de 689 cc de diseño “crossplane” con el cigüeñal a 270 grados, que imita las características de un propulsor bicilíndrico en V. El resultado es una moto de comportamiento deportivo que debe colmar tanto las pretensiones de los novatos (hay disponible una versión limitada de 35 kW para los usuarios del carné A2), como las apetencias de aquellos que ya tengan algún callo en el trasero después de llevar años montando en moto.

Gracias a su peso en seco de 182 kg, la Yamaha se mueve con facilidad tanto en la ciudad como en el puerto de montaña, a lo que ayuda un propulsor suave y sofisticado (pese a tener solo dos cilindros). La guinda del pastel la pone el atractivo (y nada escandaloso) sonido que emite el escape.

Un bicilíndrico con marcha

El propulsor responde de forma algo tosca en algunas ocasiones a los dictados del puño de gas, pero a partir de las 2.500 rpm el acelerador (por cable) transmite de forma eficaz las órdenes al bicilíndrico en línea. Más allá de las 4.000 la moto empuja ya de forma clara. En las tres primeras marchas incluso es posible hacer un caballito al rondar las 6.000 rpm. Uno de los puntos fuertes es la elasticidad del motor, que entrega 75 CV y un par máximo de 65 Nm. El cambio de seis velocidades es preciso si bien algo ruidoso. La maneta de embrague, que carece de ajuste, tampoco requiere mucho esfuerzo en su accionamiento. Una vez que llegan los tramos virados, la Yamaha MT-07 saca a relucir su estabilidad y comportamiento neutro, que pondrá en apuros a algunas otras motos de mayor cilindrada y potencia.

¿Los frenos? Bien, gracias.

Al igual que la mayoría de sus componentes, los frenos de la MT-07 cumplen con eficacia. Al principio da la impresión de que falta un poco de mordiente, algo que quizá será bienvenido por los pilotos menos expertos, pero si seguimos aumentando la presión los dos discos delanteros detienen sin problemas a la Yamaha con la ayuda del ABS.

En resumen

En definitiva, podemos decir que este modelo convence por su polivalencia. El bicilíndrico de 689 cc sigue siendo capaz de enfrentarse a casi cualquier situación.

Gracias a los detalles que se han mejorado en su última remodelación, la japonesa ofrece ahora un paquete más atractivo para pilotos experimentados que busquen una montura rápida, manejable, deportiva, de calidad contrastada y precio asequible.

Características claves

  • Motor “crossplane” potente y elástico
  • Frenos eficaces
  • Suspensiones algo duras
  • Gran relación calidad/precio
  • Existe una versión limitada para el carné A2
  • Ágil y estable
  • Cambio ruidoso

Ficha técnica

Cilindrada: 689 cc

Diámetro x carrera: 80 mm x 68.6 mm

Potencia máxima: 75 CV a 9.500 rpm

Par máximo: 68 Nm a 6.500 rpm

Alimentación: Inyección electrónica

Capacidad depósito: 14 l.

Arranque: Eléctrico

Embrague: Multidisco en baño de aceite

Número de marchas: 6

Transmisión secundaria: Cadena

Chasis: Tipo diamante

Distancia entre ejes: 1.400 mm

Avance: 90 mm

Ángulo de dirección: 24 grados

Altura asiento: 805 mm

Peso declarado: 182 kg

Suspensión delantera: Horquilla telescópica

Suspensión trasera: Monoamortiguador

Neumático delantero: 120/70-ZR17

Neumático trasero: 180/55-ZR17

Freno delantero: 2 discos 282 mm

Freno trasero: Disco 245 mm

 

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