Es una de las reinas del segmento, nos referimos a las motos que se pueden llevar con el carné A1 y, por tanto, al alcance de todos aquellos que tengan el permiso para conducir coches. Ya en 2010 apareció como una pequeña revolución y desde entonces ha gozado de un reconocido éxito en multitud de mercados, también en el español. La actual generación recuerda en su estética a la imponente hermana mayor, la 1290 Super Duke R, y al igual que esta utiliza sin complejos el naranja, el color de guerra de la marca de Mattighofen.

 

Junto con la 390, la KTM 125 Duke, que ahora cumple la normativa Euro-4, ha sido puesta al día y en la pequeña podemos ver muchos rasgos de la hermana mayor. La estrategia es acertada, pues todas las Duke pequeñas (además de la KTM 125 Duke y la 390, también hay para otros mercados una 200 y una 250) comparten el mismo chasis, solo que en este se monta el propulsor adecuado en cada ocasión. Bastidor, geometría, basculante, horquilla, amortiguador, pinza radial de cuatro pistones, hasta la ergonomía… todo es idéntico. Lo mismo se puede decir de la pantalla TFT y de los faros LED.

 

Esto significa que la KTM 125 Duke es un modelo sobredimensionado y bien hecho para ser una “humilde” 125. En este aspecto podemos destacar su chasis multitubular que es una de las señas de identidad del fabricante austriaco que, además, siempre le da un toque deportivo a sus motos, cumpliendo así su filosofía de “ready to race”.

15 CV bien alimentados

La manejabilidad es de primer orden, a lo que contribuyen unas suspensiones taradas más bien hacia el lado duro y una posición deportiva que al subirnos en la Duke nos invita al ataque. La única diferencia con respecto a la 390 Duke aparte de, por supuesto, el propulsor, es el freno de disco anterior de 300 mm. Ofrece 15 CV de potencia con unos valores de par máximo de 12 Nm. A pesar de no tener sutilezas como el “ride-by-wire”, el monocilíndrico responde con presteza a las solicitudes que el piloto le hace a través del puño de gas. El motor no vibra en exceso y premia al usuario que no tenga reparos a la hora de hacer un uso intensivo del cambio de seis velocidades.

Gracias a la estructura modular empleada por la marca austriaca con muchas piezas intercambiables entre distintos modelos y la fabricación en India por el gigante Bajaj, el precio de la KTM 125 Duke se queda en los 4.590 euros.

Más motor que frenos

Ya desde su primera encarnación la 125 Duke ofrecía 15 CV (la máxima permitida en esta categoría). Lo que la pone por encima de otras motos dirigidas a aquellos que posean el carné A1. El motor se comporta con eficacia, entrega la potencia de manera lineal y sin sorpresas desagradables. En cambio, en el apartado de los frenos hay margen de mejora. La respuesta al apretar la maneta podría ser algo más enérgica, sobre todo si tenemos en cuenta que la pequeña KTM no esconde sus pretensiones deportivas.

Manejabilidad

La palabra “pesada” no se va a emplear a la hora de definir este modelo, aunque la Duke ya no es la moto naked más ligera de 125 cc. Ello no impide que con sus 137 kg en seco sea capaz de moverse con facilidad por los trazados más revirados. El piloto va echado hacia adelante con una posición de conducción orientada hacia la rueda anterior. La KTM no se muestra tan estable como una Aprilia 125 Tuono en las curvas más rápidas pero es inalcanzable en los garrotes más cerrados. Todo ello a pesar de llevar un neumático trasero (150) que se podría considerar como ancho.

Buen equipamiento
Pese a tratarse de una sencilla 125, KTM no renuncia a algunos detalles técnicos como la iluminación de LED, o el panel de instrumentos con pantalla digital TFT, una primicia en su categoría. Los mandos son de calidad y similares a los que el fabricante emplea en modelos de mayor cilindrada y precio.

En resumen

Ya en su segunda generación, la KTM 125 Duke sigue siendo una de las naked más recomendables de su categoría. La pequeña monocilíndrica se parece a sus hermanas mayores, tanto por estética como por equipamiento. La personalidad deportiva de los productos de Mattighofen se pone de manifiesto nada más atacar un tramo de carretera virada. Aunque KTM no se debe dormir en los laureles, pues las rivales ya están superando a la pequeña Duke en algunos aspectos.

Características claves

  • Disco delantero de 300 con pinza de cuatro pistones
  • Panel de instrumentos con pantalla digital TFT
  • Iluminación de LED
  • Escape de nueva factura
  • Depósito de gasolina de mayor capacidad
  • Botones de mando iluminados
  • Horquilla invertida WP de 43 mm
  • Amortiguador posterior WP
  • Nuevo chasis

Ficha técnica

Cilindrada: 125 cc

Diámetro x carrera: 58 mm x 47.2 mm

Potencia máxima: 15 CV a 10.500 rpm

Par máximo: 12 Nm a 8.000 rpm

Alimentación: Inyección electrónica

Capacidad depósito: 13.4 l.

Arranque: Eléctrico

Embrague: Multidisco en baño de aceite

Número de marchas: 6

Transmisión secundaria: Cadena

Chasis: Tubular de acero

Distancia entre ejes: 1.357 mm

Avance: 95 mm

Ángulo de dirección: 65 grados

Altura asiento: 830 mm

Peso declarado: 137 kg

Suspensión delantera: Horquilla telescópica

Suspensión trasera: Monoamortiguador

Neumático delantero: 110/70 17

Neumático trasero: 150/60 17

Freno delantero: 1 disco 300 mm

Freno trasero: Disco 230 mm

 

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